LAS DOCE JERARQUÍAS SOLARES
Las doce jerarquías solares son doce mandalas de seres cósmicos que animan doce facetas de la consciencia de Dios; mantienen el patrón de esa frecuencia para todo el cosmos. Se identifican por los nombres de los signos del zodíaco, ya que enfocan sus energías a la tierra a través de estas constelaciones.
Estas doce jerarquías del Sol a menudo se visualizan en las doce líneas del reloj cósmico. Cada una de estas jerarquías tiene ciento cuarenta y cuatro mil seres cósmicos a su servicio y cada uno de estos seres cósmicos a su vez tiene ciento cuarenta y cuatro mil ángeles bajo su mando.
Estas doce jerarquías están representadas en la Corte del Fuego Sagrado en Sirio por los Veinticuatro Ancianos, doce conjuntos de llamas gemelas, cada conjunto tiene dominio y autoridad sobre una de las doce líneas del sol en manifestación. Los Veinticuatro Ancianos han designado representantes para ayudar a la humanidad a superar su creación humana en los doce puntos y lograr su dominio en cada línea. Estos representantes trabajan directamente bajo los veinticuatro ancianos, quienes a su vez dispensan las bendiciones de las doce jerarquías solares.
Es precisamente porque estos doce maestros ascendidos y sus llamas gemelas (si son ascendidos) han manifestado su victoria sobre la creación humana en la línea particular del reloj en el que sirven, que han sido nombrados por los Veinticuatro Ancianos para ayudar a los seres evolucionando sobre la Tierra a alcanzar la automaestría.
Esta automaestría se obtiene al integrar conscientemente en cada uno de nuestros pensamiento, sentimientos, palabras y actos cada una de las doce virtudes divinas, lo que se consigue mediante pruebas o iniciaciones que van presentándose en nuestro día a día de acuerdo a la línea del reloj que estemos surcando: el ciclo en el que estemos en nuestro camino espiritual.
Todo está planeado en el cosmos, todo lo que se nos presenta es cuidadosamente confeccionado de acuerdo a como vayamos pasando esas pruebas, o sea el logro espiritual que vayamos adquiriendo. Así que cada uno de estos Jerarcas nos dan la oportunidad de aprender (en cada vuelta al reloj cósmico o ciclo nuevo) un aspecto más de cada virtud. Es un asunto cotidiano, como ir pelando capas de cebolla hasta encarnar absolutamente esa virtud.
Podemos trabajar con ellos invocándolos por su nombre, meditando en ellos o en su virtud, sintonizando con su frecuencia vibratoria mediante sus llaves tonales o los decretos específicos que hay para cada maestro. Y es importante limpiarnos tan frecuentemente como podamos de esos registros de malas calificaciones de la energía en cada línea o virtud, oraciones como la 6.002 Limpieza en los ciclos cósmicos nos ayudan a ello. Esto nos facilitará a estar atentos a la siguiente prueba, y, sobretodo, a darnos cuenta cuando estemos en ella y poder entonces así calificar la energía correctamente: así vamos integrando cada virtud.
Los maestros ascendidos que sirven en cada línea del reloj y las huestes celestiales que sirven con estos seres divinos divinos son: