El aura humana
¿Qué es el aura humana?
El aura humana es un campo de radiación sutil y luminosa que nos rodea y se extiende hacia afuera desde nuestra forma física. Las auras están relacionadas con el campo electromagnético del cuerpo y sirven como una medida visual de nuestros estados mentales, emocionales, físicos y espirituales.
Todo lo que hacemos o pensamos afecta el aura, por lo que generalmente está en un estado de fluctuación, siempre cambiante, basado en nuestras divagaciones mentales y nuestra salud física. El aura también se ve afectada por las energías del medio ambiente, los campos de fuerza del planeta y las frecuencias de radio que interpenetran todas las formas de materia. El aura es una firma electrónica de quienes somos.
Los colores del aura humana
Los colores del aura pueden brillar e irradiar júbilo y vitalidad mientras mantenemos un estado de bienaventuranza en Dios. O los colores pueden volverse opacos, contraídos y sosos cuando estamos melancólicos, cuando nos permitimos estar deprimidos, nos quejamos o vemos la vida como algo menos que hermoso.
La apreciación intensifica el aura cuando el corazón emana un resplandor rosado y dorado como el sol. Y en otras ocasiones, cuando nos menospreciamos o despreciamos a los demás, el tamaño y el resplandor de nuestra aura disminuye. Mantener imágenes y conceptos de nosotros mismos y de los demás menores a la plenitud también afecta nuestra capacidad de enviar campos áuricos de energía luminosa que bendicen y eleven.
Los sentimientos y pensamientos, la dieta y el aura humana
Por lo tanto, siempre es importante autoevaluarse, observarse a sí mismo. ¿Qué estamos sintiendo? ¿Qué energía o estado de ánimo tenemos? ¿Cómo afectan nuestros sentimientos, pensamientos, por no hablar de nuestras acciones, a los demás? ¿Somos alegres? ¿Estamos en armonía? ¿Estamos en equilibrio? La dieta tiene un efecto sobre el aura. Pero lo más importante, lo que captamos a través de nuestros ojos y oídos y lo que pensamos afecta la fuerza y la coloración del aura. Cuando ponemos nuestra atención en Dios y en todo lo que este término representa para nosotros, el giro de nuestros chakras¹ se acelera y una resonancia con las cualidades de Dios comienza a limpiar el aura y expandirla.
El aura humana y los chakras
Los chakras son como estaciones generadoras dentro de nosotros. Al igual que las mitocondrias, esos orgánulos como centrales de energía que residen dentro de cada célula humana, estas estaciones de luz pueden ser un gran foco de auto-regeneración.
Podemos visualizar nuestros chakras a diario. Y al enfocamos en un chakra específico, vemos que sus pétalos giran y luego se aceleran en perfecta simetría y equilibrio. Vemos el resplandor total de estas siete estaciones generadoras principales expandiéndose y bendiciéndonos a nosotros mismos y a todos aquellos que entran en nuestra esfera de influencia.
La calidad de nuestras oraciones depende de la calidad de nuestro corazón, nuestra conciencia... y, por lo tanto, nuestra aura. Si deseamos dar un mayor servicio y ser más efectivos, si deseamos realizar hazañas alquímicas² por el bien de la humanidad, primero debemos ir hacia adentro, autoevaluarnos y equilibrarnos. Debemos atender nuestros chakras y bañarlos diariamente con la luz de Dios. A su vez, su aceleración creará una elevación y una expansión transformadoras en la conciencia.
La totalidad de lo que somos se transmite al mundo a través del aura que irradia de nosotros, aun cuando la mayoría de las personas no ven este espectáculo de luces tipo aurora boreal a su alrededor y de los demás. Y si deseamos aumentar la belleza, la intensidad y el tamaño de nuestro aura, ciertamente sucederá a medida que nos centremos cada vez más en todo lo que es positivo, amable, compasivo, indulgente, justo y amoroso.
David C. Lewis
Más sobre el aura por David Lewis y Carol Wells de la revista Edge http://www.edgemagazine.net
1. Chakra es la palabra en sánscrito para "rueda" o "disco" y se usa para denotar un centro espiritual que solo se ve en el cuerpo etérico. Hay siete centros espirituales principales alineados a lo largo de la columna vertebral, cinco chakras menos conocidos en el corazón, manos y pies, y un total de 144 centros espirituales dentro del cuerpo suprafísico.
2. La alquimia, practicada en la época medieval, fue precursora de la química y se refiere a la búsqueda de la transmutación de metales básicos en oro o plata. En su contexto esotérico, la alquimia es la ciencia de la transformación espiritual. De acuerdo con las enseñanzas de los maestros ascendidos, es el proceso a través del cual la naturaleza baja del ser inferior se transforma en los valores permanentes del Ser Superior.