Kuan Yin, Madre de la Misericordia
Conocida como la Madre de la Misericordia en el Oriente, Kuan Yin ha sido adorada por los budistas durante miles de años.
Ella es la más grande de los bodhisattvas y encarna la totalidad de la compasión por la humanidad.
"Oyente de los sonidos"
Su nombre chino abreviado, Kuan Yin, significa "oyente de sonidos". Su nombre completo, Kuan Shih Yin, significa "oyente de los sonidos del mundo". Según la tradición oriental, cuando Kuan Yin estaba a punto de entrar al cielo, mientras estaba parada en el umbral, pudo escuchar los gritos de la humanidad. Ella no entró al cielo, más bien regresó para ayudar a todos los que sufren en el plano terrestre. El término "oyente de los sonidos" también se puede traducir como "perceptora" u "observadora" de los sonidos del mundo. Es conocida en gran parte de Asia como una emanación divina que responde a las oraciones de quienes invocan su nombre fielmente.
Bodhisattva de la compasión
Uno de sus muchos títulos es Bodhisattva de la Compasión. Bodhisattva es una palabra sánscrita: bodhi significa "iluminación" y sattva se traduce como "realidad" o "existencia". Un bodhisattva es un ser iluminado que ha prometido renunciar a los reinos superiores y a la liberación total para ayudar a aquellos que aún luchan en el mundo físico. Un bodhisattva cultiva la virtud y sigue su carrera espiritual mientras se encuentra en un sendero de autosacrificio para el bienestar de los demás y brinda un servicio comparsivo y amoroso a la humanidad y a toda la vida sintiente. Un bodhisattva (P'u Sa en chino) puede ser una persona aún encarnada o un ser celestial como Kuan Yin. En este nivel trascendente más alto, el título es mahasattva.
Kuan Yin es una figura intercultural y multidenominacional que es venerada en muchas tradiciones espirituales y religiosas de todo el mundo. Ella sirve a los aspirantes de todas las herencias y senderos espirituales. Aquellos que defienden un concepto de una divinidad impersonal y sin forma la ven como una expresión de la esencia de la comparsión o como un símbolo de ella. Otros que reconocen una Divinidad personal la ven como una encarnación divina de esta virtud. Algunos la ven como la manifestación impersonal y personal de la compasión divina, sin que haya contradicción. Ella nutre el crecimiento de esta cualidad en nosotros a través de nuestras devociones y nuestras relaciones interpersonales con los demás.
—Extraído de Kuan Yin's Miracle Mantras [Mantras milagrosos de Kuan Yin] por Josephine Stark.